A los 57 años el “Negro” más famoso corre de sus planes la locución y escribe en silencio un libro que recoge toda su vida periodística en Tandil. Mientras evalúa la posibilidad de ser él quien instale el primer programa erótico de la radio local -“ratonerías, pero sin llamados al aire, o muy pocos”- José Stellato explica a Acento Propio porqué la maquinaria mediática del oficialismo municipal conseguirá el objetivo de instalar al gobierno lunghista en la historia local. Pero también cómo la sociedad finalmente revelará la verdad por su cuenta. Sus amores y sus odios. Todo Stellato.
No es fácil ir al encuentro periodístico con alguien que desplazó comisarios, llevó a la Justicia a profesionales (con éxito a su favor), hizo temblar intendentes, concejales y hasta funcionarios provinciales y nacionales.
No es fácil. En última instancia, uno arrastra la ilusión de afrontar el desafío de entrevistar a José Ramón Stellato con la esperanza de un agónico recurso para hacerle frente: la expectativa de que el cazador, de tan acostumbrado a su profesión, no sabrá cumplir el rol inverso, el de presa.
Pero no es así. Apenas se enciende el grabador, el entrerriano, un pródigo en el arte de la palabra al que nadie -ni sus más encumbrados enemigos- le negarían sus virtudes radiofónicas (y otras) es, por su mirada torva, por el estilete preparado en la punta de la lengua y por sobre todo, por ese periodista crítico que lleva dentro y nunca descansa, un tipo que jamás flaqueará, aunque esta vez él no sea el dueño del micrófono.
Maestro en el arte de preguntar y de instalar incomodísimos silencios, forjada su erudición en un seminario de su Paraná natal, tiene desde el lugar de las respuestas una soltura al mismo nivel de una trayectoria que incluye la participación como pluma exclusiva en “El Atlántico” de Mar del Plata y su formación junto a íconos de la radiofonía nacional.
Algunos entrevén en su voz y estilo las marcas de Hugo Guerrero Martinéiz. Otros detectan en su rostro y sus pinceladas humorísticas la actualidad de Oscar González Oro.
En la práctica él es hoy, para muchos, la voz -¿la única?- que confronta despiadadamente al gobierno del doctor Miguel Lunghi, sin concesiones. Sin embargo sostiene que su misión va mucho más allá que una, dos –o las que fuere- gestiones de gobierno.
-¿Acaso no habla mal de nuestra sociedad que tenga que ser un periodista –usted- el más opositor al gobierno?
-No lo sé. Sí me consta que el gobierno municipal, por lo común, se llena la boca hablando de que está con la gente, sin embargo está del otro lado del mostrador. Y el periodista tiene que estar con la gente y no chupándole las medias del gobierno, que sería el poder. Ahora, yo, como periodista, siempre estuve del lado de la gente, ya sea cuando estuvo Gino (Pizzorno) o Zanatelli, Lester u Oroquieta. ¿Y por qué no también ahora? Ni qué hablar en los 70’ u 80…
-Ser opositor es un hábito suyo entonces.
-Ya le dije: yo trato de estar del lado de la gente, no de los políticos. Sobran ejemplos de razones para estar del lado de la gente. Los políticos en cambio prometen y difícilmente cumplen, aunque simulan como que cumplen. Ahora, si hay políticos inteligentes, sensibles y cumplidores y de avanzada…no hay problema en destacarlos.
Por eso mismo no se puede dejar de recordar promesas incumplidas.
-¿Por ejemplo?
-Como el tema de la sierras, cuando Lunghi dijo que se acabarían las explosiones en las sierras una vez que asumiera. ¿Y…? Solo hicieron un papelón a fines de enero de 2004… ¿y qué me cuenta del proyecto Piaras….?
-Cambiemos el eje entonces, la pregunta es: ¿por qué la sociedad no genera una dirigencia mejor?
-No sé. Habría que preguntárselo a un sociólogo. Somos una sociedad cómoda que critica a la dirigencia, pero no se involucra en política partidaria. Hace falta valentía, pero resulta más cómodo criticar al que se anima a participar. A mí me gustaría que en nuestra ciudad se revivan los espíritus participativos que dieron lugar a la Usina, la Universidad y, seguro, tendremos un “Tandil real” y no “soñado” que es un “sueño” de otros y, además, ilusorio.
Salando las heridas
Hace meses y con 57 años Stellato comenzó a reflotar todo el material periodístico que guardó a lo largo de dos décadas de profesión en Tandil. Y a partir de esos apuntes, entrevistas, recortes y otras valiosas piezas, noche tras noche en su casa tipo loft escribe un libro de vivencias personales. Y jura que antes de dormirse en medio de la paz de la zona de El Paraíso, en las afueras, reza hasta por el propio Intendente, su archienemigo, ese que según cuenta el propio Stellato lo tentó tres veces para que cerraran filas.
La primera es pública y bien conocida. Allá por fines de septiembre de 2003, un Lunghi vencedor del PJ merced a un puñado de votos quiso dejar en el olvido algunas de sus frases de campaña y señaló que los resquemores con algunos periodistas contra los que había cargado en la etapa proselitista “se arreglan con un café de por medio”.
El café se enfrió porque el “Negro” nunca se sentó en su mesa. Después, vinieron dos interlocutores, amigos en común entre Lunghi y Stellato y se fueron como vinieron, con las manos vacías.
Pero el acérrimo adversario de la gestión soñada dice que se divierte cada vez que en LU 22 Radio Tandil se enciende la luz de “En el Aire” de Primera Hora o Ultima Hora. Y sin que le tiemble la voz lanza otra infidencia: “nunca es negocio estar en el oficialismo”.
-Con eso se podría interpretar que su oposición a Lunghi no es tal.
-Es tal. Y hay radicales que saben la razón. Desde los 90 pueden dar fe.
-¿Lo pone mal esa situación controvertida permanente?, ¿o lo divierte?.
-La Radio y mi trabajo, en general, me divierten.
-Si las cosas son así se podría suponer que si ganara Néstor Auza usted pasaría automáticamente a la oposición?
-Seguiría siendo la voz de la gente. Nunca la del oficialismo.
-¿No le parece exagerado?
-No, porque el periodista tiene que ayudar a tener memoria y por eso puede hablar, por ejemplo, de tanta gente que pasó por el Ejecutivo o el Concejo Deliberante y no dejaron huella, caminaron sobre el agua.
¿Cree que el gobierno de Lunghi entrará en la historia?
-Si, va a entrar en la historia oficial y en la otra. La historia oficial se está tramitando, se está escribiendo a través de la maquinaria de seducción que despliega esta gestión. Es una gestión que impulsó un movimiento a través de los medios que nos quiere hacer creer lo que no es, por ejemplo lo del “Tandil Soñado” o la “nueva Colón” o “el nuevo Hospital”, temas todos de los que la gente, de a poco, se va dando cuenta. Sería más fácil para la gestión que la gente saque sus conclusiones a través de las obras reales. No se puede inaugurar un tomógrafo que no funciona sólo porque se cumplía el primer aniversario de un triunfo electoral…
-También ha sido durísimo con la nueva generación de funcionarios radicales.
-De algunos me molesta su arrogancia, pero tengo queridísimos amigos. Pasa que los que se manejan con soberbia y frases alambicadas es que porque son inseguros y creen que “hablando difícil” son superiores o generan más ascendencia en la gente.
Colegas
-¿Le gusta algún periodista de Tandil?
-Eduardo Saglul, Juan Carlos Gargiulo, Renis…
-¡Actuales, Stellato!
-Pensando en que tenemos una radio media caracúlica lo llevaría a Adolfo Campeggi.
-¿A Campeggi? parece su contracara.
-Si, pero para que haga algo “picantón”. También lo recuperaría a Rodrigo Revillo, a Javierito Pianta, a Leandro Elissondo, a Luisito Ventos.
-Con Marcelo Bettini usted hizo una buena dupla durante años.
-Para mí Marcelo es esencialmente movilero. Tiene una prodigiosa plasticidad, un muy buen manejo del idioma, sabe hacer una observación colorida, hace “ver” la noticia que no ven otros movileros. Rodrigo Revillo anda en ese camino, con otra coloquialidad. Pero además tendría en la radio a Celeste Giannibelli, a María Inés Mazza (¡volvé María Inés Mazza!), a Julito Varela…
-¿A Varela?, en otro programa.
-…En la Radio en general. No me importa que no tenga mi mirada, ni mi estilo. Además, yo estoy casi anarco. Mi peronismo es romántico.¿Sabe a quien tendría también?, a Guillermo…Tenaglia.
-¡¿Tenaglia?!
-Siiii….
-Para pelearlo.
-Para pelearlo. Aunque él tenga una opinión equivocada de mí...yo le tengo afecto. Es más, en su momento lo he propuesto…
-¿Qué provecho le sacaría?
-Es para mandarlo al frente… es grandote…es corajudo. Va ganando uno a cero de entrada sin ser un kamikaze. Es lo que me enseñaron y viví.
Negro de Radio
Si el director y propietario, Juancho Martínez Belza se lo “permitiera”, Stellato haría desembarcar en Radio Tandil “colegas y locutores”.
-¿Hacen falta?
-Es obvio que la Radio que estamos haciendo no es la radio que me gusta.
-¿Qué haría entonces?
-Desdeñaría a algunos y tomaría a otros. No le quitaría el trabajo a nadie. Quien quisiera aprender y crecer podría seguir, haría dictar cursos, tomaría un profesional para darle otra dinámica a las vinculaciones del personal. A los periodistas les enseñaría a redactar, les enseñaría sobre crónicas, informes, editoriales, reportajes. Yo lo tuve de profesor a Fito Graciano, y el nos dictaba una materia “Plástica ante Cámaras”. Esa asignatura tenía un capítulo dedicado a “Improvisación”. Te daba un tema absurdo y tenías que desarrollarlo, aún desde el absurdo, para tener agilidad llegado el momento de un bache en la transmisión.
-Nadie discute su formación, pero dicen que no es fácil trabajar con el Negro Stellato.
-Soy áspero…muy exigente. Algunos han dicho que no soy “hijo de puta” en ese sentido, sino que soy “nieto de puta”… soy un enfermo y en la Radio fomentaría cursos de dicción, de redacción, de idiomas (aunque sea la fonética del francés, alemán e inglés), de cultura general.
-¿Es verdad que va a ser candidato en algún momento?
-Creo que no. Me gustaría, sí, alguna tarea en el Ejecutivo. No en Prensa. En el 97 me midieron y como daba bien me ofrecieron algo, pero lo rechacé. En definitiva, lo mío es el periodismo. Y creo que desde este lugar le rindo más a la sociedad. Fijese que en el 2002, cuando Zanatelli renunció yo estaba de vacaciones y través de la Turca, de La Tablita, donde comía Zanatelli, el me invita a cenar. Dijo la Turca “…José… José… acá Zanatelli ha comprando un vinito muy rico que lo quiere compartir con usted… ¿por qué no se viene?”. Así que fui. Estaban él, su esposa, y la Turca. Le recuerdo que con él y sus funcionarios había tenido una relación pésima. Así que llegué y “Zanata” me dice: “mire, Stellato, estoy muy enfermo y me voy a Batán porque me tengo que curar, pero antes con esta comida y este vino le quiero agradecer lo que hizo por mí.
-¿Lo que usted hizo por Zanatelli?
-Si. Dijo “en estos 10 años nadie me ha pegado como usted pero lo escuchaba todos los días y así he cambiado muchas cosas en las que estábamos equivocados”. Así que nos comimos el charrasquito. Ese gesto me hizo reflexionar. Y como soy un gran “rezador” todos los días lo hago por él, como por don Juan Carlos Pugliese, Luisito Macaya, mis hijas, mis amigas y amigos y, por ahí, también por Lunghi y los suyos.
-¿Tiene la conciencia tranquila?
-Hipertranquila. No meo agua bendita. Me he mandado cagadas como cualquiera, pero he aprendido a pedir perdón si me equivoco. De todos modos, no es mi objetivo hacer mierda a nadie. Trato de no tomar al micrófono y a la Radio como armas. Pero, claro, volviendo al tema de los medios… hoy en día se llega a ellos por azar, no por conocimientos o capacidad. Hasta se busca la mano de obra más barata. Y si querés tener buenos periodistas, debes tomar gente con una capacitación media y formarla, no alguien que se crea periodista porque se compró un grabador. Pareciera que en Tandil para ser periodista sólo hacer falta comprar un grabador. Después se la creen, bastardean la profesión, arruinan el idioma y ningunean al oyente.
Frente a todo eso yo tendría un Manual de Estilo para esa radio, haría periodismo con jóvenes, con gente mayor, transmitiría las 24 horas y, por supuesto, una gerenciación artística y publicitaria diferente. Lo que pasa es que he hecho muchas propuestas pero… dejalo ahí “Acento Propio”.
Tengo que aprender, aún a los 57 años, a no ser escatológico y a morderme la lengua.
----------------------------------------------------------------------------------------No es fácil. En última instancia, uno arrastra la ilusión de afrontar el desafío de entrevistar a José Ramón Stellato con la esperanza de un agónico recurso para hacerle frente: la expectativa de que el cazador, de tan acostumbrado a su profesión, no sabrá cumplir el rol inverso, el de presa.
Pero no es así. Apenas se enciende el grabador, el entrerriano, un pródigo en el arte de la palabra al que nadie -ni sus más encumbrados enemigos- le negarían sus virtudes radiofónicas (y otras) es, por su mirada torva, por el estilete preparado en la punta de la lengua y por sobre todo, por ese periodista crítico que lleva dentro y nunca descansa, un tipo que jamás flaqueará, aunque esta vez él no sea el dueño del micrófono.
Maestro en el arte de preguntar y de instalar incomodísimos silencios, forjada su erudición en un seminario de su Paraná natal, tiene desde el lugar de las respuestas una soltura al mismo nivel de una trayectoria que incluye la participación como pluma exclusiva en “El Atlántico” de Mar del Plata y su formación junto a íconos de la radiofonía nacional.
Algunos entrevén en su voz y estilo las marcas de Hugo Guerrero Martinéiz. Otros detectan en su rostro y sus pinceladas humorísticas la actualidad de Oscar González Oro.
En la práctica él es hoy, para muchos, la voz -¿la única?- que confronta despiadadamente al gobierno del doctor Miguel Lunghi, sin concesiones. Sin embargo sostiene que su misión va mucho más allá que una, dos –o las que fuere- gestiones de gobierno.
-¿Acaso no habla mal de nuestra sociedad que tenga que ser un periodista –usted- el más opositor al gobierno?
-No lo sé. Sí me consta que el gobierno municipal, por lo común, se llena la boca hablando de que está con la gente, sin embargo está del otro lado del mostrador. Y el periodista tiene que estar con la gente y no chupándole las medias del gobierno, que sería el poder. Ahora, yo, como periodista, siempre estuve del lado de la gente, ya sea cuando estuvo Gino (Pizzorno) o Zanatelli, Lester u Oroquieta. ¿Y por qué no también ahora? Ni qué hablar en los 70’ u 80…
-Ser opositor es un hábito suyo entonces.
-Ya le dije: yo trato de estar del lado de la gente, no de los políticos. Sobran ejemplos de razones para estar del lado de la gente. Los políticos en cambio prometen y difícilmente cumplen, aunque simulan como que cumplen. Ahora, si hay políticos inteligentes, sensibles y cumplidores y de avanzada…no hay problema en destacarlos.
Por eso mismo no se puede dejar de recordar promesas incumplidas.
-¿Por ejemplo?
-Como el tema de la sierras, cuando Lunghi dijo que se acabarían las explosiones en las sierras una vez que asumiera. ¿Y…? Solo hicieron un papelón a fines de enero de 2004… ¿y qué me cuenta del proyecto Piaras….?
-Cambiemos el eje entonces, la pregunta es: ¿por qué la sociedad no genera una dirigencia mejor?
-No sé. Habría que preguntárselo a un sociólogo. Somos una sociedad cómoda que critica a la dirigencia, pero no se involucra en política partidaria. Hace falta valentía, pero resulta más cómodo criticar al que se anima a participar. A mí me gustaría que en nuestra ciudad se revivan los espíritus participativos que dieron lugar a la Usina, la Universidad y, seguro, tendremos un “Tandil real” y no “soñado” que es un “sueño” de otros y, además, ilusorio.
Salando las heridas
Hace meses y con 57 años Stellato comenzó a reflotar todo el material periodístico que guardó a lo largo de dos décadas de profesión en Tandil. Y a partir de esos apuntes, entrevistas, recortes y otras valiosas piezas, noche tras noche en su casa tipo loft escribe un libro de vivencias personales. Y jura que antes de dormirse en medio de la paz de la zona de El Paraíso, en las afueras, reza hasta por el propio Intendente, su archienemigo, ese que según cuenta el propio Stellato lo tentó tres veces para que cerraran filas.
La primera es pública y bien conocida. Allá por fines de septiembre de 2003, un Lunghi vencedor del PJ merced a un puñado de votos quiso dejar en el olvido algunas de sus frases de campaña y señaló que los resquemores con algunos periodistas contra los que había cargado en la etapa proselitista “se arreglan con un café de por medio”.
El café se enfrió porque el “Negro” nunca se sentó en su mesa. Después, vinieron dos interlocutores, amigos en común entre Lunghi y Stellato y se fueron como vinieron, con las manos vacías.
Pero el acérrimo adversario de la gestión soñada dice que se divierte cada vez que en LU 22 Radio Tandil se enciende la luz de “En el Aire” de Primera Hora o Ultima Hora. Y sin que le tiemble la voz lanza otra infidencia: “nunca es negocio estar en el oficialismo”.
-Con eso se podría interpretar que su oposición a Lunghi no es tal.
-Es tal. Y hay radicales que saben la razón. Desde los 90 pueden dar fe.
-¿Lo pone mal esa situación controvertida permanente?, ¿o lo divierte?.
-La Radio y mi trabajo, en general, me divierten.
-Si las cosas son así se podría suponer que si ganara Néstor Auza usted pasaría automáticamente a la oposición?
-Seguiría siendo la voz de la gente. Nunca la del oficialismo.
-¿No le parece exagerado?
-No, porque el periodista tiene que ayudar a tener memoria y por eso puede hablar, por ejemplo, de tanta gente que pasó por el Ejecutivo o el Concejo Deliberante y no dejaron huella, caminaron sobre el agua.
¿Cree que el gobierno de Lunghi entrará en la historia?
-Si, va a entrar en la historia oficial y en la otra. La historia oficial se está tramitando, se está escribiendo a través de la maquinaria de seducción que despliega esta gestión. Es una gestión que impulsó un movimiento a través de los medios que nos quiere hacer creer lo que no es, por ejemplo lo del “Tandil Soñado” o la “nueva Colón” o “el nuevo Hospital”, temas todos de los que la gente, de a poco, se va dando cuenta. Sería más fácil para la gestión que la gente saque sus conclusiones a través de las obras reales. No se puede inaugurar un tomógrafo que no funciona sólo porque se cumplía el primer aniversario de un triunfo electoral…
-También ha sido durísimo con la nueva generación de funcionarios radicales.
-De algunos me molesta su arrogancia, pero tengo queridísimos amigos. Pasa que los que se manejan con soberbia y frases alambicadas es que porque son inseguros y creen que “hablando difícil” son superiores o generan más ascendencia en la gente.
Colegas
-¿Le gusta algún periodista de Tandil?
-Eduardo Saglul, Juan Carlos Gargiulo, Renis…
-¡Actuales, Stellato!
-Pensando en que tenemos una radio media caracúlica lo llevaría a Adolfo Campeggi.
-¿A Campeggi? parece su contracara.
-Si, pero para que haga algo “picantón”. También lo recuperaría a Rodrigo Revillo, a Javierito Pianta, a Leandro Elissondo, a Luisito Ventos.
-Con Marcelo Bettini usted hizo una buena dupla durante años.
-Para mí Marcelo es esencialmente movilero. Tiene una prodigiosa plasticidad, un muy buen manejo del idioma, sabe hacer una observación colorida, hace “ver” la noticia que no ven otros movileros. Rodrigo Revillo anda en ese camino, con otra coloquialidad. Pero además tendría en la radio a Celeste Giannibelli, a María Inés Mazza (¡volvé María Inés Mazza!), a Julito Varela…
-¿A Varela?, en otro programa.
-…En la Radio en general. No me importa que no tenga mi mirada, ni mi estilo. Además, yo estoy casi anarco. Mi peronismo es romántico.¿Sabe a quien tendría también?, a Guillermo…Tenaglia.
-¡¿Tenaglia?!
-Siiii….
-Para pelearlo.
-Para pelearlo. Aunque él tenga una opinión equivocada de mí...yo le tengo afecto. Es más, en su momento lo he propuesto…
-¿Qué provecho le sacaría?
-Es para mandarlo al frente… es grandote…es corajudo. Va ganando uno a cero de entrada sin ser un kamikaze. Es lo que me enseñaron y viví.
Negro de Radio
Si el director y propietario, Juancho Martínez Belza se lo “permitiera”, Stellato haría desembarcar en Radio Tandil “colegas y locutores”.
-¿Hacen falta?
-Es obvio que la Radio que estamos haciendo no es la radio que me gusta.
-¿Qué haría entonces?
-Desdeñaría a algunos y tomaría a otros. No le quitaría el trabajo a nadie. Quien quisiera aprender y crecer podría seguir, haría dictar cursos, tomaría un profesional para darle otra dinámica a las vinculaciones del personal. A los periodistas les enseñaría a redactar, les enseñaría sobre crónicas, informes, editoriales, reportajes. Yo lo tuve de profesor a Fito Graciano, y el nos dictaba una materia “Plástica ante Cámaras”. Esa asignatura tenía un capítulo dedicado a “Improvisación”. Te daba un tema absurdo y tenías que desarrollarlo, aún desde el absurdo, para tener agilidad llegado el momento de un bache en la transmisión.
-Nadie discute su formación, pero dicen que no es fácil trabajar con el Negro Stellato.
-Soy áspero…muy exigente. Algunos han dicho que no soy “hijo de puta” en ese sentido, sino que soy “nieto de puta”… soy un enfermo y en la Radio fomentaría cursos de dicción, de redacción, de idiomas (aunque sea la fonética del francés, alemán e inglés), de cultura general.
-¿Es verdad que va a ser candidato en algún momento?
-Creo que no. Me gustaría, sí, alguna tarea en el Ejecutivo. No en Prensa. En el 97 me midieron y como daba bien me ofrecieron algo, pero lo rechacé. En definitiva, lo mío es el periodismo. Y creo que desde este lugar le rindo más a la sociedad. Fijese que en el 2002, cuando Zanatelli renunció yo estaba de vacaciones y través de la Turca, de La Tablita, donde comía Zanatelli, el me invita a cenar. Dijo la Turca “…José… José… acá Zanatelli ha comprando un vinito muy rico que lo quiere compartir con usted… ¿por qué no se viene?”. Así que fui. Estaban él, su esposa, y la Turca. Le recuerdo que con él y sus funcionarios había tenido una relación pésima. Así que llegué y “Zanata” me dice: “mire, Stellato, estoy muy enfermo y me voy a Batán porque me tengo que curar, pero antes con esta comida y este vino le quiero agradecer lo que hizo por mí.
-¿Lo que usted hizo por Zanatelli?
-Si. Dijo “en estos 10 años nadie me ha pegado como usted pero lo escuchaba todos los días y así he cambiado muchas cosas en las que estábamos equivocados”. Así que nos comimos el charrasquito. Ese gesto me hizo reflexionar. Y como soy un gran “rezador” todos los días lo hago por él, como por don Juan Carlos Pugliese, Luisito Macaya, mis hijas, mis amigas y amigos y, por ahí, también por Lunghi y los suyos.
-¿Tiene la conciencia tranquila?
-Hipertranquila. No meo agua bendita. Me he mandado cagadas como cualquiera, pero he aprendido a pedir perdón si me equivoco. De todos modos, no es mi objetivo hacer mierda a nadie. Trato de no tomar al micrófono y a la Radio como armas. Pero, claro, volviendo al tema de los medios… hoy en día se llega a ellos por azar, no por conocimientos o capacidad. Hasta se busca la mano de obra más barata. Y si querés tener buenos periodistas, debes tomar gente con una capacitación media y formarla, no alguien que se crea periodista porque se compró un grabador. Pareciera que en Tandil para ser periodista sólo hacer falta comprar un grabador. Después se la creen, bastardean la profesión, arruinan el idioma y ningunean al oyente.
Frente a todo eso yo tendría un Manual de Estilo para esa radio, haría periodismo con jóvenes, con gente mayor, transmitiría las 24 horas y, por supuesto, una gerenciación artística y publicitaria diferente. Lo que pasa es que he hecho muchas propuestas pero… dejalo ahí “Acento Propio”.
Tengo que aprender, aún a los 57 años, a no ser escatológico y a morderme la lengua.
Alumno dilecto del padre Alfredo Meyer, en Entre Ríos, José Stellato aprehendió una buena medida de la sabiduría del religioso y de su paso por el Seminario se llevó, entre tantos conocimientos, el placer de la lectura de los clásicos griegos y romanos. Orgulloso de la “formación enciclopédica de los 60” que lleva consigo, y de la suerte de haber recibido clases nada menos que de Cosmelli Ibáñez en Historia, Piscitelli en Epistemología y del cura Bianchi en Teología de los Medios de Comunicación, el locutor también se graduó en ironía -¿quién lo duda?- a través de estudios de “mayéutica y todo a través de los grandes filósofos y la forma de enseñar que aprendí en la Escuela Normal y el profesorado de Historia y Latín”.
“Soy de los últimos maestros formados en base a Pestalozzi. A 16 años ya había leido a Marechal, Lugones, Sarmiento, Borges, Cortázar, Hemingway, Calvino, Moravia, Carpentier y a los 24 ya había leídos dos veces el “Ulises” de James Joyce, el libro de los libros”.
Con ese bagaje, no resulta extraño que muchos recuerden una memorable entrevista a Carlos Menem en tiempos de la presidencia del riojano; al escritor Ernesto Sábato; al compositor Atahualpa Yupanqui, o el trato familiar que desde el micrófono con los Alfonsín. Pero el capítulo que más le gusta recordar es un encuentro revelador con Luis María Macaya, ya no el amigo sino el Vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires.
“Veníamos teniendo un diálogo fenomenal con Luisito, en el avión, y de pronto no recuerdo qué pregunta le hice y él, sin inmutarse me dijo “no sé, no tengo idea”. Fenomenal. Un ejemplo de la humildad que tanto falta en nuestros funcionarios.
Yo veo aquí a Matías Civale (Secretario de Hacienda de la Municipalidad), por ejemplo…que imita a Tito Maggiori, ¡a Tito Maggiori!, es inconcebible que alguien admire y pretenda ser como Tito Maggiori. Y que ambos sean tan soberbios tiene una sola explicación: son tipos inseguros. La soberbia, la arrogancia, es propia es de los tipos muy inseguros.
-Resulta difícil creerle que usted rece por Lunghi.
-No sólo por Lunghi: rezo por Lunghi y por todos los suyos.
----------------------------------------------------------------------------------------------
Mano a Mano con Juancho
“Soy de los últimos maestros formados en base a Pestalozzi. A 16 años ya había leido a Marechal, Lugones, Sarmiento, Borges, Cortázar, Hemingway, Calvino, Moravia, Carpentier y a los 24 ya había leídos dos veces el “Ulises” de James Joyce, el libro de los libros”.
Con ese bagaje, no resulta extraño que muchos recuerden una memorable entrevista a Carlos Menem en tiempos de la presidencia del riojano; al escritor Ernesto Sábato; al compositor Atahualpa Yupanqui, o el trato familiar que desde el micrófono con los Alfonsín. Pero el capítulo que más le gusta recordar es un encuentro revelador con Luis María Macaya, ya no el amigo sino el Vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires.
“Veníamos teniendo un diálogo fenomenal con Luisito, en el avión, y de pronto no recuerdo qué pregunta le hice y él, sin inmutarse me dijo “no sé, no tengo idea”. Fenomenal. Un ejemplo de la humildad que tanto falta en nuestros funcionarios.
Yo veo aquí a Matías Civale (Secretario de Hacienda de la Municipalidad), por ejemplo…que imita a Tito Maggiori, ¡a Tito Maggiori!, es inconcebible que alguien admire y pretenda ser como Tito Maggiori. Y que ambos sean tan soberbios tiene una sola explicación: son tipos inseguros. La soberbia, la arrogancia, es propia es de los tipos muy inseguros.
-Resulta difícil creerle que usted rece por Lunghi.
-No sólo por Lunghi: rezo por Lunghi y por todos los suyos.
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Mano a Mano con Juancho
Un fatalista diría que hay entrevistas que se pactaron para ver la luz pública sí o sí. Bajo esa concepción filosófica el reportaje de Acento Propio a Stellato sería inequivocamente uno de ellos. Porque en pleno diálogo con la figura estelar de la radio tandilense, en un bar del centro, irrumpió, sin tener la menor idea de lo que allí pasaba, Martínez Belza, “Juancho”, propietario de aquel medio y protagonista de una historia cargada de encuentros y desencuentros con su estrella periodística.
Apenas se acercó a la mesa para ofrecer un distraido saludo (Martínez Belza no había detectado el pequeño grabador digital en la mesa) Stellato señaló al patrón como ejemplo libertario en materia de propietarios de medios, ejemplo que, a su entender, no abunda por esta zona.
La disposición a sumarse al diálogo en cierto modo confirmó el halago.“Voy a aprovechar este momento para dejar un testimonio:”, dijo Stellato mientras Martínez Belza pedía un cortado, “Juancho, que sabe que las cosas que no me gustan se las digo, Juancho, con quien nos hemos insultado feo, es el tipo que más ha hecho últimamente por un periodismo independiente”.
-Perdón, Stellato: ¿Juancho Martínez Belza?
-Si… Y lo he dicho al aire. Aunque tenga asperísimas diferencias, puntos de vista irreconciliables con él. Ni lo discipliné ni me disciplinó, pero tengo 17 años de trabajo en la Radio y hemos crecido juntos (también envejecido) a despecho de que, para mi gusto, en algunos horarios dejamos que desear.
-¿Él permitió que disintiera con varios gobiernos?
-Juancho me permitió un horario que después conquisté… me lo gané. No le digo que nunca me presionó, pero yo sé que si me arrollido pierdo. Si te arrodillás, después te piden que cebés mate (y hay quienes lo hacen voluntariamente).
-Y eso que Juancho es oficialista.
-Martínez Belza (Juancho): si apruebo algo de alguna gestión es porque lo siento así. Con Roberto Mouillerón coincido muchísimo. Es el mejor intendente que podría dar el peronismo. Pero le pasa lo que a Pugliese: los reconocen afuera, pero aquí… no.
-Stellato: A lo que yo voy es que nuestra radio es tan independiente que hasta se puede permitir, en algunos espacios, ser oficialista.
-Juancho: no voy a negar que me inicié en política con el padre de Lunghi y yo era el enlace entre el Concejo Deliberante y el Ejecutivo. Pero eso no influye en nada con lo que hacemos en la Radio.
-¿La radio sigue siendo “el” medio en Tandil?
-Stellato: no me cabe la menor duda. A pesar de que a mi gusto nos hemos quedado, seguimos siendo el medio de mayor inserción, el medio más “consumido”. Somos un medio con liderazgo.
-Juancho: no se cómo se manejarán en otras radios, en otras localidades, pero nos escuchan más que a las am de otras ciudades. Y eso un poco genera bronca en gente de otros medios locales, tal vez porque los periodistas de Radio Tandil son más conocidos y la gente no toma como referencia a periodistas muy buenos de algunos diarios. Ya no hay más Favre, Varela, Gentile, Perone, etcétera, Si hoy le preguntan a la gente por periodistas nombra a los de la Radio y sobre el resto dice que no los conoce “porque no firman los de los diarios”.
-Stellato, usted ha estado solo y ha sido lapidario con mucha gente.
-No me resulta incómodo estar solo en un tema porque el que va primero siempre está solo. Los temas que he tratado en soledad luego fueron tratados por el resto de los medios: inseguridad, canteras, corrupción policial. Aunque no estaba solo: la gente me avalaba y me lo decía en la calle, a través de llamados telefónicos, etcétera.
-Martínez Belza: lo que pasa es que el Negro es un tipo muy capaz, muy preparado y se ha jugado mucho contra la corrupción policial, por ejemplo, y la Radio con él. El defecto que tiene es que se politiza, de lo contrario sería más eficaz para su ideología peronista.
-Stellato: Juancho, vos estás afiliado al Radicalismo y a eso no hay que negarlo pues estoy afiliado al peronismo desde los 16 años y si lo digo es para que la gente sepa desde qué lugar estoy hablando. Pero a su vez he criticado al peronismo también. Gino asumió en el 87 y colaboré con él, pero cuando entré en el 90 a la Radio y hubo que criticarlo lo hice… lo astillé. Juancho me dijo “che, pero es el intendente”, y yo no aflojé. No es “negocio” estar en el oficialismo
Apenas se acercó a la mesa para ofrecer un distraido saludo (Martínez Belza no había detectado el pequeño grabador digital en la mesa) Stellato señaló al patrón como ejemplo libertario en materia de propietarios de medios, ejemplo que, a su entender, no abunda por esta zona.
La disposición a sumarse al diálogo en cierto modo confirmó el halago.“Voy a aprovechar este momento para dejar un testimonio:”, dijo Stellato mientras Martínez Belza pedía un cortado, “Juancho, que sabe que las cosas que no me gustan se las digo, Juancho, con quien nos hemos insultado feo, es el tipo que más ha hecho últimamente por un periodismo independiente”.
-Perdón, Stellato: ¿Juancho Martínez Belza?
-Si… Y lo he dicho al aire. Aunque tenga asperísimas diferencias, puntos de vista irreconciliables con él. Ni lo discipliné ni me disciplinó, pero tengo 17 años de trabajo en la Radio y hemos crecido juntos (también envejecido) a despecho de que, para mi gusto, en algunos horarios dejamos que desear.
-¿Él permitió que disintiera con varios gobiernos?
-Juancho me permitió un horario que después conquisté… me lo gané. No le digo que nunca me presionó, pero yo sé que si me arrollido pierdo. Si te arrodillás, después te piden que cebés mate (y hay quienes lo hacen voluntariamente).
-Y eso que Juancho es oficialista.
-Martínez Belza (Juancho): si apruebo algo de alguna gestión es porque lo siento así. Con Roberto Mouillerón coincido muchísimo. Es el mejor intendente que podría dar el peronismo. Pero le pasa lo que a Pugliese: los reconocen afuera, pero aquí… no.
-Stellato: A lo que yo voy es que nuestra radio es tan independiente que hasta se puede permitir, en algunos espacios, ser oficialista.
-Juancho: no voy a negar que me inicié en política con el padre de Lunghi y yo era el enlace entre el Concejo Deliberante y el Ejecutivo. Pero eso no influye en nada con lo que hacemos en la Radio.
-¿La radio sigue siendo “el” medio en Tandil?
-Stellato: no me cabe la menor duda. A pesar de que a mi gusto nos hemos quedado, seguimos siendo el medio de mayor inserción, el medio más “consumido”. Somos un medio con liderazgo.
-Juancho: no se cómo se manejarán en otras radios, en otras localidades, pero nos escuchan más que a las am de otras ciudades. Y eso un poco genera bronca en gente de otros medios locales, tal vez porque los periodistas de Radio Tandil son más conocidos y la gente no toma como referencia a periodistas muy buenos de algunos diarios. Ya no hay más Favre, Varela, Gentile, Perone, etcétera, Si hoy le preguntan a la gente por periodistas nombra a los de la Radio y sobre el resto dice que no los conoce “porque no firman los de los diarios”.
-Stellato, usted ha estado solo y ha sido lapidario con mucha gente.
-No me resulta incómodo estar solo en un tema porque el que va primero siempre está solo. Los temas que he tratado en soledad luego fueron tratados por el resto de los medios: inseguridad, canteras, corrupción policial. Aunque no estaba solo: la gente me avalaba y me lo decía en la calle, a través de llamados telefónicos, etcétera.
-Martínez Belza: lo que pasa es que el Negro es un tipo muy capaz, muy preparado y se ha jugado mucho contra la corrupción policial, por ejemplo, y la Radio con él. El defecto que tiene es que se politiza, de lo contrario sería más eficaz para su ideología peronista.
-Stellato: Juancho, vos estás afiliado al Radicalismo y a eso no hay que negarlo pues estoy afiliado al peronismo desde los 16 años y si lo digo es para que la gente sepa desde qué lugar estoy hablando. Pero a su vez he criticado al peronismo también. Gino asumió en el 87 y colaboré con él, pero cuando entré en el 90 a la Radio y hubo que criticarlo lo hice… lo astillé. Juancho me dijo “che, pero es el intendente”, y yo no aflojé. No es “negocio” estar en el oficialismo
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