Súbitamente, en el último semestre de período de gobierno, a la administración comunal se le despierta un inusitado interés por resolver la problemática de las canteras.
En menos de treinta días, la misma gestión que había olvidado por completo la promesa de “ni una explosión más en Tandil” se despabila de su modorra y ordena la prohibición de realizar voladuras; días después agrega la posibilidad de una consulta popular.
¿Cómo se explica que la administración que se jacta de haber incrementado el presupuesto del Hospital público, la misma que destinó -según los cálculos más austeros- alrededor de dos millones de pesos en la replica de la Piedra Movediza, la que batió todos los récords en incorporaciones (cerca de 300 nuevos empleados en la planta permanente) o la que más invirtió en toda la historia tandilense en materia de propaganda y difusión, de pronto se le despierte semejante interés por la sierras?
Hay más de una respuesta pública, pero siempre atravesadas por un eje entre bambalinas, más político que ciudadano.
Preocupado por los últimos sondeos, el oficialismo analizó dos alternativas: una campaña sucia contra el candidato que llevará el Frente para la Victoria a la intendencia, o una exhibición de autoridad y resolución en un asunto que -encuestas mediante- resulta ser el más caro a los tandilenses, las canteras. Descartada la primera, todo el staff lunghista parece plegado a la segunda alternativa.
En esta edición, Acento Propio revela testimonios y claves para entender la problemática y por qué el Ejecutivo sigue destinado a no resolver el asunto.
Una realidad desnuda argumentos: hoy no existe un plan integral ambiental en favor de Tandil y sus sierras, una alternativa que pueda convertirse en cambio definitivo.
Se despierta entonces el gran temor: que una medida espasmódica -aún con apoyo popular- se transforme en una condena. Un placebo utilizado para el humor ciudadano, convertido en una resolución aislada, única, anclada de por vida al terreno de las acciones parciales, inconclusas, peligrosas y arbitrarias.
En las páginas siguientes se transcribe la versión que dio la dirigente Ana Fernández, de la Asamblea Ciudadana, que admite que “probablemente” el giro oficial se deba sólo a un momentáneo giro electoralista, pero que esta vez hay que apoyar.
Una cuestión estratégica para los objetivos preservacionistas. Pero también hay otras voces. Denuncias del geólogo Horacio Villalba, el punto de vista del canterista Rodolfo Guerra, la advertencia de empresarios inmobiliarios (“clima de inseguridad jurídica”, “cerco arquitectónico que avanza sobre las sierras, sin regulación”) y la inquietud de una abogada tandilense, Silvia Martínez, que en Bahía Blanca adquirió una vasta experiencia en el tema, a partir de su participación en la controversia por la contaminación del polo petroquímico.
“¿Cómo es posible que la Municipalidad, que dice estar tan preocupada por la preservación de las sierras no haya creado una Secretaría de Medio Ambiente? Si se gastó tanta plata en tantas cosas, ¿cómo es que no existe una mínima partida para crear una cartera específica?”, dice Martínez.
En definitiva, Martínez habla de ese lugar donde se definen las estrategias políticas para el plan definitivo y concreto al largo plazo. Ese plan que hoy no existe.
¿QUÉ DIJO?
• "Es increíble que la Municipalidad, que está tan preocupada por las canteras y prohíbe las voladuras y amaga con una consulta popular, no tenga una Secretaría de Medio Ambiente. Es una contradicción". (Silvina Martínez)
• "En Bahía Blanca existe un 0-800 para que cualquier vecino denuncie escapes tóxicos. Algo así no vendría mal en Tandil para las voladuras y de inmediato iniciar, desde una Secretaria de Medio Ambiente, acciones concretas". (Silvina Martínez)
• "Se deben ampliar los controles sobre las canteras. En materia ambiental los avances se dan de a poco, nunca son de un día para otro. Las posiciones inflexibles jamás dieron resultado; al contrario: hay que darle confianza a la otra parte para que realmente entienda que negociar es mejor que encerrarse en una postura". (Silvina Martínez)
• "La contaminación del Polo Petroquímico en Bahía era tremenda, gravísima. Y los controles los hacía la provincia, a 800 kilómetros de distancia. Eso no existe: el control a distancia no sirve bajo ningún punto de vista". (Silvina Martínez)
• "No se puede apremiar dentro de una negociación. Ni confundir a la gente: nos llenamos la boca contra las canteras, pero también son un ataque al medio ambiente las fábricas emitiendo humo tóxico en la ciudad, los desechos que se arrojan en la vía pública o en los desagües cloacales". (Silvina Martínez)
• "Cerrar o expropiar las canteras no es la solución. La solución es una delegación para controlar las voladuras. No hay otra". (Silvina Martínez)
• “Mover las canteras suena muy lindo como discurso político. Pero porqué no sacan a ‘Metalúrgica Tandil’ de donde está. Eso tiene un costo social alto”. (Horacio Villalba)
• “Cuidado con el conflicto de intereses. No cambiemos las canteras por la especulación inmobiliaria. Hay mucho verde, entre comillas, que en realidad persigue un fabuloso negocio inmobiliario, que en Tandil ya es extraordinario. ¿Quieren conservar las sierras para que la gente disfrute paseando, o sólo buscan cambiar un negocio por otro? Hay que diferenciar al ambientalista que pugna por las áreas intangibles del que sólo quiere virar el uso”. (Horacio Villalba)
•"Tandil no se puede considerar una ciudad minera. En Tandil no tiene que haber canteras, definitivamente". (Ana Fernández) • "Las sierras deben ser consideradas Area Protegida. La ciudad entera no quiere más actividad minera; los tandilenses estamos hartos". (Ana Fernández)
• "Lunghi peloteó la cuestión durante cuatro años, si ahora actúa es por presión de la sociedad." (Ana Fernández) • "Ya no es posible creer en nada que venga de los empresarios canteristas: hace muchísimo tiempo que podrían haber hecho algo y jamás cumplieron, nunca." (Ana Fernández)
• "¿Más conversación que el Acuerdo Marco?, ¿no se discutió suficiente ya?. ¡Si además siempre estamos hablando de los mismos actores…!" (Ana Fernández)
• "Esta bien suspender las explosiones, por lo menos desde el punto de vista de nuestra causa. Pero tendría que ser una medida definitiva". (Ana Fernández)
• "Trasladar las canteras a lugares como Cerro Federación es una locura." (Ana Fernández)
• "¿El turismo y el resto de las actividades que genera no están acaso dentro del concepto de “producción”?, ¿no lo saben en la Provincia, que pretenden regular las sierras desde Minería?" (Ana Fernández)
•"Podemos pensar en un polo minero, pero con varias localizaciones. No tiene que ser una sola, sino varias que permitan obtener la piedra en una ubicación comercial que no esté lejos de los centros de consumo". (Rodolfo Guerra) • "El conflicto se va a terminar el día que dejemos de pensar que es un conflicto, el día que asumamos a la explotación minera como una actividad estratégica y responsable". (Rodolfo Guerra) • "No estoy de acuerdo con los que dicen que destruimos las sierras. Transformamos la riqueza a través de un recurso que se saca, en total, de cien hectáreas, sobre un sistema que tiene 60.000 hectáreas". (Rodolfo Guerra)
• "De un total de 60.000 hectáreas de sierras, 59.959 hectáreas no se van a tocar nunca. Nunca". (Rodolfo Guerra)
• "No me siento enfrentado con la gente. Ni tampoco con el Municipio, al contrario. Si me preguntan por qué el Intendente tómo la actitud que tomó, bueno, creo que a lo mejor se hizo algo que no estaba bien. En todas las actividades se cometen errores." (Rodolfo Guerra)
• "Gran parte de nuestra producción la vendemos en Tandil, al Municipio. La mayor parte de la piedra que se extrae queda en Tandil." (Rodolfo Guerra)
• "¿Miedo a una consulta popular?. A lo único que tengo miedo es a Dios. Pero si elegimos representantes en un sistema democrático y republicano, deberían ser ellos los que resuelvan los problemas." (Rodolfo Guerra)