Entrevista 4: Rodolfo Guerra, canterista

“La salida es un polo minero con varias localizaciones”


Desde la Cámara Minera, Rodolfo Guerra desestima varios planteos que la sociedad reclama a la empresas canteriles. El empresario habla de “falsedades” originadas en la desinformación de la gente, asegura que su sector tiene una buena relación con el gobierno municipal y descarta la posibilidad de que los trabajadores de las explotaciones se vuelquen a otras actividades. ¿La salida? Un polo minero con varias localizaciones, pero siempre dentro un radio que justifique la comercialización.

Poco afecto a hablar con la prensa, Rodolfo Guerra, uno de los pocos –sino el único- representante del sector canteril proclive a responder los planteos que desde hace décadas se le hacen a los empresarios mineros, jura que él y sus colegas no sienten ningún odio de los tandilenses. Ni siquiera del Municipio. Sí cree que desde entonces andan dando vueltas un montón de “falsedades”.

La capacidad de destrucción que se le achaca a los modernos barrenos es una de ellas, asegura. “Las canteras –explica- no son una actividad improvisada y precisamente el mundo desarrollado lo que ha hecho es tratar de mitigar lo que son vibraciones y sonoridad y para eso se usan explosivos mucho más modernos que nada tienen que ver con la dinamita. Todavía escucho por ahí que hablan que usamos dinamita, pero… por favor, ¡la dinamita no se usa hace muchísimo tiempo!... eso la gente lo ve en las películas y cree que es el explosivo que se usa en las canteras cuando en realidad se utilizan materiales auxiliares como arrancadores, cordones detonantes, detonadores, tecnología que se aplica en todas partes del mundo. ¿A quien se le va a ocurrir desarrollar una tecnología para empeorarla?, al contrario, se usa para mejorarla y nosotros usamos esa, la del primer mundo”.

Otra “mentira total” es la descripción que califica al cordón serrano tandilense como un peñasco, demasiado chico como para ser víctima de la minería en comparación con Los Andes, por ejemplo. “Por desconocimiento o mala información, entiendo que deber ser así - porque nadie va a decir tal cosa con intencionalidad supongo- hay quienes se aventuran a decir cosas como que la explotación minera es tan grande: en un partido que tiene 500.000 hectáreas de las cuales 60.000 son de sierras, si no se puede tomar una pequeñísima porción de esas sierras para obtener un recurso y transformarlo…”.

“Además –insiste- ¿tiene idea cuántas hectáreas están autorizadas para la explotación?. Cien. Y le cuento con más precisión todavía: de esas 100 hectáreas (de un total de 60.000) 41 –con exactitud- son los yacimientos, es decir que las otras 59 son playas de maniobra para los camiones, etcétera, distribuidos entre ocho y nueve empresas instaladas en el partido. Y de esas empresas la mitad están bastante alejadas de la ciudad y el resto ubicadas en los alrededores. Cuando hablamos de 41 hectáreas de un total de 60.000 no se le puede ocurrir a nadie que eso va a ser la destrucción de las sierras, es más: hay 59.959 hectáreas de sierra que no va a ser tocadas, nunca; no hoy: nunca”.

-Las precisiones de un lado y otro (ambientalistas y canteristas) abundan desde hace mucho, Guerra. Pero las soluciones no llegan. ¿No es posible la reconversión de las canteras y los trabajadores hacia otra actividad?
-Eso es un comentario que se escucha, pero ¿no se sabe acaso que hay personas que nacen con determinada inclinación?. ¿No se sabe que a algunos le gustan los trabajos técnicos, a otros los trabajos literarios, el periodismo, la comunicación. Yo no le puedo decir a usted que deje el periodismo, ¿no?, bueno tampoco se lo pueden decir a una persona que tiene una inclinación natural y que de hecho se formó para un determinado trabajo, que haga otro; porque además probablemente quede en desventaja. Exactamente eso le va a pasar a otras personas si quisieran venir a trabajar en una actividad minera. Me parece que nos confundimos y mal informamos cuando decimos “una actividad o la otra”; tendríamos que decir “las actividades”.No es una u otra. Tienen que ser todas. Y tienen que aprender a convivir, que no es tan fácil, pero es posible. Además, en otras regiones del planeta así fue. Y así es.

-Está bien, pero más allá de lo retórico: ¿Cuál va a ser la solución?
-El conflicto de las canteras se va a resolver cuando dejemos pensar que es un conflicto, sino que es una actividad más, estratégica y responsable, y nos demos cuenta de que requerimos de esa actividad. Ahora si pretendemos que no exista esa actividad porque alguien pretende imponer otra, bueno, entonces mañana va a venir alguien que va a decir que esa nueva actividad tampoco tiene que existir, sino que debe ser reemplazada por otra. Eso está muy mal. Va en contra de todos los principios. Yo tengo libertad y pretendo ejercerla, usted también, el tema es fijar los límites, ordenar. Ahora el Municipio acaba de hacer algo muy interesante: el plan de ordenamiento territorial. Eso muestra una sociedad madura, que pretende ordenarse. Tandil creció sin ese ordenamiento y las explotaciones aparecieron de pronto rodeadas de población; hoy hay que ordenar ese crecimiento tan valioso de una sociedad. Si usted me dice que una cantera nueva quiere instalarse y trabajar, le digo que evidentemente donde están ubicadas algunas hoy no va a poder, porque sería más de lo mismo pero debe haber alguna región que sí sea apta para que se instale y pueda desarrollar su actividad. Pero eso sucede con todas las demás actividades. De ahí el concepto de parque industrial, moderno, que pretende generar infraestructura, la básica para que se instalen empresas y puedan trabajar en un determinado sector.

-¿Por qué no suscriben a la idea del parque minero?
-Al contrario, no nos oponemos, de ninguna manera. Cuando se firmó el acuerdo marco nosotros adherimos al parque minero, y entendemos que el parque minero, como lo quieren llamar; polo minero en realidad, tendría que tener regiones, no un solo lugar. Porque esto no es un parque industrial: ahí está la confusión, o sea no es que uno puede decir “todas las industrias se mueven hacia un solo lugar”, no, estamos hablando que debemos encontrar yacimientos con material apto para poder ser explotado. Pero si ese yacimiento lo ubica en un lugar que no es el indicado geológicamente y que tampoco es el indicado comercialmente, no va a poder ser explotado.

-¿Y aún no lo han encontrado?
-No sé. No es tarea de las empresas mineras. Pero sin lugar a dudas si me muestran un lugar apto para el desarrollo geológico, es decir que tiene material con características interesantes para lo que hay que preparar, clasificar y vender, ya hemos ganado mucho. Pero por otro lado también tiene que estar ubicado en un lugar donde el mercado pueda acceder; porque si ese material se lo pone muy alejado del centro de consumo nadie va a ir a buscarlo. Le digo más: hay empresas que están ubicadas a veintipico de kilómetros, a esas empresas rara vez va un corralón a cargar. Muy rara vez. Le diría que nunca, por la siempre razón que tienen que hacer 50 kilómetros entre que va y viene.

-¿Pero el grueso de la explotación no tiene un destino fuera del partido?
-El material es para la provincia de Buenos Aires y la provincia incluye al partido de Tandil, o sea que va a ser para Tandil y el resto de la provincia por eso hablamos de una explotación minera en la provincia. Y gran parte de vende al municipio –cuando lo requiere- y cuando hay un gran auge de la construcción enla ciudad, le aseguro que la mayor parte queda en Tandil.

-¿En serio?, ¿tan así?
-Pregúntele al intendente Dufau, cuando tuvo que pavimentar Tandil, de dónde sacó el material.

-Dufau estuvo hace mucho, por favor, Guerra
-Fue cuando comenzó esto, evidentemente la población aumentó y cuando aumenta la población aumenta el consumo, porque ella también consume granito porque se requieren más viviendas, más caminos, más rutas, más cordón cuenta, asfalto (que incorpora adentro piedras finas, granito).

-¿Cómo evalúa lo hecho por esta gestión municipal?
-Yo no he tenido mala relación con el municipio, por el contrario, el municipio hizo sus controles como estaba planeado y fue trabajando con su profesional, geólogo, visitando las canteras, haciendo el control de las voladuras.

-Pero de golpe determina que no hay más explosiones. Y es innegable que las canteras quedan al borde del enfrentamiento con la gente.
-No me siento enfrentado con la gente, ni creo que ningún canterista se sienta enfrentado con la gente. Tampoco con el municipio. El municipio está reclamando cosas y está en todo su derecho a pedir que se cumplan aquellas cosas que uno se comprometió, por eso hablamos de minería responsable, porque tiene capacidad de dar respuestas, a los requerimientos del municipio y de la provincia y la nacion. Ahora si me me preguntan por qué toma alguna actitud como la que ha tomado últimamente, bueno, creo que a lo mejor se hizo algo que no estaba bien, o se cometió algún error. Yo creo que en todas actividades se cometen errores y lo peor que uno puede hacer es no reconocerlo. Entonces si se cometieron errores hay que ver qué es lo que pasó, porqué pasó y ver cómo se puede resolver pero lo peor que podemos hacer es desconocer que existe un municipio y enfrentarnos con él porque al fin y el cabo nosotros somos parte de esta comunidad que tiene un intendente y una estructura en el Palacio Municipal en el que tenemos que entrar y salir como lo hacen quienes hagan cualquier actividad industrial en cualquier otro municipio.

-La realidad es que en las calles de Tandil prima la idea que frente a una consulta popular, las canteras perdería por “afano”….
-Nadie gana ni pierde por afano.

-¿No tienen acaso un poquito de miedo a la consulta?
-Mire, a lo único que tengo miedo es a Dios. Lo que sí me parece es que si elegimos representantes dentro de un sistema republicano y representativo, precisamente esas personas que elegimos, son los que deben resolver los problemas porque suponemos que son las más capacitadas. Si uno elige a sus representantes, y ellas son personas idóneas, ellas deben resolver los problemas. ¿Por qué? Porque son los que tienen acceso a toda la información, los que conocen, son los que están preparados. La gente que no está preparada, que no conoce, que no ha tenido la oportunidad de ver los temas en profundidad, no puede emitir un juicio. Puede tener una sensación; y el problema pasa por ahí, por la sensación, lo que percibe la gente. Y si las cosas se le presentan de una determinada manera, las pueden ver de una forma negativa. Nosotros tenemos que tratar de ver las cosas en forma positiva. Si a mí me dicen que estoy destruyendo las sierras, evidentemente yo tampoco estoy de acuerdo.

-La acusación que carga sobre ustedes, convengamos, es tremenda.
-No, no es una acusación. Es una pregunta mal formulada. Porque si usted pregunta mal la respuesta va a estar equivocada. Acá lo que se está haciendo es una transformación de la riqueza. Y nosotros formamos parte de un gran mecanismo industrial, porque somos proveedores de industrias.Y no dudo de la capacidad de que aquellos que tienen el poder y construir y hacer desarrollar regiones ese concepto lo tienen que tener presente -hablo de nuestros dirigentes empresarios, gremiales o políticos- todos ellos, sentados en una mesa pueden encontrar una solución; ese es el lugar donde se pueden dirimir los problemas.

-¿Realmente están dispuestos a negociar o se trata nuevamente de que la cosa siga como está?
-Si alguien no está dispuesto a sentarse a negociar, es porque tiene cosas que esconder y la actividad minera en Tandil no tiene absolutamente nada que esconder, muy por el contrario; tiene muchísimo para mostrar y creo que esa es una de las fallas: no hemos sabido comunicar realmente qué es lo que hacemos, porqué lo estamos haciendo, cómo lo hacemos y eso hace que se perciban efectos negativos. Soy consciente de que si alguien es vecino mío y yo tengo al lado una cantera y hago voladuras que le provocan vibraciones, sonoridad, le rajo las paredes o destruyo la casa, esa persona tiene derecho a plantearme qué es lo que estoy haciendo, esa es una percepción válida de parte de un vecino. Ahora la pregunta es: ¿podemos trabajar sin generar ese tipo de situaciones tan desagradables y tan válidas para aquel que sea el damnificado? Por supuesto. Mire, yo tengo vecinos que están a 200 metros de una cantera y no tenemos ningún problema. No podemos ignorar a la comunidad, y eso es lo primero que tenemos que tener en cuenta para consultar al momento de hacer algo. Con la minería es mucho más importante pensar en un polo minero con distintas localizaciones, no tiene que ser una sola, sino varias que permitan obtener el recurso adecuado en una ubicación comercial interesante, porque cuanto más nos alejamos del centro de consumo es más costoso ir a buscar el producto que uno vende.•

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